1. Comer un bocata de calamares

Pocas cosas hay más típicas en Madrid que el bocata de calamares. A pesar de parecer un plato bastante sencillo de elaborar, mejora sustancialmente si se fríe el calamar en aceite de oliva, se aliña con un chorrito de limón y se sirve en un pan crujiente.

Por si no lo sabías, el origen de este mítico bocado se remonta a los tiempos de la reforma católica. Los ciudadanos no podían comer carne durante la cuaresma y se veían obligados a reemplazar este alimento por pescados, mariscos y legumbres, entre otros.

Algunos de los mejores lugares en Madrid para degustar un buen bocata de calamares son El Brillante (Plaza del Emperador Carlos V, 8, Madrid), ubicado frente de la Estación de Atocha, y el Bar La Campana (Calle de Botoneras, 6, Madrid), situado en uno de los callejones que dan acceso a la Plaza Mayor.

2. Tomar unas porras o unos churros con chocolate en la Chocolatería San Ginés

Uno de los lugares más emblemáticos de Madrid para probar las porras o comer unos churros con chocolate es la Chocolatería San Ginés (Pasadizo de San Ginés, 5). Fundada en 1894, esta famosa chocolatería ubicada a escasos metros de la Playa Mayor y la Puerta del Sol conserva la estética de los cafés de finales del siglo XIX.

Si te encuentras en el centro de la capital madrileña y quieres tomarte un buen desayuno o simplemente necesitas reponer fuerzas, no te puedes perder el espeso chocolate de la Chocolatería San Ginés acompañado de unos churros o porras recién hechos.

3. Navegar en barca por el Retiro

Una de las actividades más románticas y divertidas para hacer en Madrid es alquilar una barca y navegar por el gran estanque del Parque del Buen Retiro, declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO.

El pulmón verde de la capital dispone de más de 100 barcas con un número máximo de cuatro ocupantes que se pueden alquilar durante 45 minutos (a partir del momento en que se inicie el uso de la embarcación) con un coste de 6 euros en días laborables y de 8 euros para sábados, domingos y festivos. El horario del servicio es de 10:00h a 14:00h y de 15:30h a 20:00h.

Para reservar, se puede hacer a través de la aplicación “Madrid Móvil” o la web del Ayuntamiento de Madrid, accediendo a la sección “Madrid es Deporte”.

¡Disfruta de una actividad diferente en un entorno único!

4. Ver atardecer en el Templo de Debod

El lugar más mágico (y también concurrido) donde ver el atardecer en la capital madrileña es el Templo de Debod. Aunque merece una visita en cualquier momento u ocasión, los últimos rayos del día tiñen este edificio de un color rojizo que lo impregna todo.

Además, desde este popular templo egipcio del siglo II a.C. ubicado en el Parque del Cuartel de la Montaña se pueden disfrutar de unas increíbles vistas del Parque del Oeste y la Casa de Campo, la zona de Catedral de la Almudena y el Palacio Real.

¡El sitio perfecto para relajarse y contemplar la auténtica belleza de una puesta de sol!

5. Encontrar las mejores gangas del Rastro

El Rastro es una bulliciosa zona comercial situada en el centro de la capital madrileña que destaca por su entramado de tiendas especializadas, bares típicos, rincones históricos y lugares tan interesantes como el Museo de Artes Populares, aunque la imagen más popular de El Rastro es la de su concurrido mercadillo ambulante, que se celebra domingos y festivos.

Está situado en el entorno de la Ribera de Curtidores, con la plaza de Cascorro como centro neurálgico, el mercado engloba una gran manzana casi triangular delimitada por las calles de Toledo, Embajadores y Ronda de Toledo y se extiende por otras como San Cayetano, Fray Ceferino González, Carlos Arniches, Mira el Río o las plazas de General Vara del Rey y de Campillo del Mundo Nuevo.

Según la zona por la que pases, encontrarás diferentes artículos, desde artesanía, ropa y complementos, hasta artículos de cocina, cromos, discos y revistas de segunda mano, mascotas y objetos de todo tipo de distinta antigüedad.

6. Probar los callos a la madrileña

Los callos son uno de los platos más representativos de la gastronomía madrileña. Se elabora principalmente con tripas de vaca o de carnero, que se pueden conseguir en las casquerías de la capital.

Hoy en día podemos encontrar los callos en muchísimas versiones. Desde los más clásicos, que siguen al pie de la letra esa receta de antaño, hasta los más originales, que se atreven a combinarlos con otros productos en arriesgadas pero sorprendentes propuestas de cocina fusión.

Algunos de los lugares que os recomendamos para degustar este tradicional plato son:

• La Tasquería (Calle del Duque de Sesto, 48, Madrid): este restaurante de estrella Michelin ofrece una cocina basada en un producto tan sencillo y humilde como es la casquería.
• La Tasquita de Enfrente (Calle de la Ballesta, 6, Madrid): el lugar perfecto para degustar los callos de toda la vida, con chorizo y morcilla asturianos.
• Zalacaín (Calle Álvarez de Baena, 4, Madrid): los callos más clásicos, dejados reposar durante un mínimo de dos días, para permitir que los sabores del guiso se asienten y queden unos callos elegantes y suaves.

7. Pedir una caña y que te sirvan una tapa gratis

Madrid es la ciudad perfecta para tomarse una caña en cualquier momento del día: a la salida del trabajo, antes de comer o incluso junto con el desayuno. Una de las costumbres locales más envidiadas por los españoles que viven fuera de la capital son las tapas gratis que se sirven en los bares madrileños al pedir una bebida.

Algunos de los locales donde todavía se practica esta tradición son El Tigre (calle de las Infantas, 23), El Respiro (calle de las Infantas, 34) o La Petisqueira (calle de Churruca, 6). En ellos, podrás disfrutar de generosas tapas que van desde unos pinchos de tortilla de patatas hasta unas croquetas o unos huevos revueltos con espárragos.

8. Disfrutar de una noche de hotel

Si quieres disfrutar de lo más típico de Madrid, no puedes perder la oportunidad de alojarte en la capital durante al menos un par de días. En Intelier Hoteles encontrarás la mejor opción para alojarte en el centro de Madrid y disfrutar de todo lo que te puede ofrecer esta ciudad.

El Hotel Intelier Palacio San Martín está ubicado en el centro histórico de la ciudad, a tocar de la famosísima Puerta del Sol y los grandes museos y monumentos, donde se encontraba la antigua sede de la primera embajada de los Estados Unidos, un espectacular edificio del siglo XIX reformado en 2018. Además, cuenta con su propio restaurante, el Restaurante Antigua Embajada, combina la cocina de autor con las clásicas tapas españolas.