1. Catedral de Santa María

Uno de los lugares más emblemáticos de Palma de Mallorca es la Catedral de Santa María, también conocida como La Seu. Esta iglesia de estilo gótico levantino fue construida en 1229 y es el templo religioso más importante de las Islas Baleares.

Destaca por sus enormes dimensiones, con una bóveda que alcanza una altura de 45 metros. En su interior se encuentra el mayor rosetón de estilo gótico del mundo, de 13 metros de diámetro, y un gran número de ventanales que llenan la catedral de luz y colores.

Según la leyenda, el rey Jaume I prometió levantar esta catedral en honor a Santa María por haber sobrevivido a un enorme temporal durante su travesía hacia la isla de Mallorca. Después de la conquista, el rey de la Corona de Aragón derribó una antigua mezquita para construir este templo.

2. Palacio Real de la Almudaina

Otro de los edificios que no te puedes perder en Palma de Mallorca es el Palacio Real de la Almudaina, situado junto a la catedral. Un edificio cargado de historia que se puede visitar de martes a domingo de 10h a 18h.

Tiene sus orígenes en el siglo X, durante la dominación musulmana, aunque fue en tiempos del reino de Mallorca que se transformó en un palacio cristiano de estilo gótico. Actualmente es la residencia de verano de la Familia Real Española.

Cruzando las murallas se accede a S’Hort del Rei, que lleva a las diferentes estancias de los reyes y salas comunes, decoradas con mobiliario, pinturas y tapices de la época. En la terraza, podrás disfrutar de unas vistas únicas del paseo marítimo con el Castillo de Bellver al fondo.

3. S’Hort del Rei

Junto al Palacio Real de la Almudaina se encuentra S’Hort del Rei, también conocido como Jardines del Rey. Aunque antiguamente solo tenía acceso la familia real, los jardines fueron remodelados en los años 60 basándose en los tradicionales jardines andaluces y se creó un espacio público.

Destaca el arco de origen musulmán que cruza el estanque y tres esculturas, obra de Llorenç Rosselló, Josep Marίa Subirachs y Alexander Calder.

4. Barrio judío

Uno de los lugares que sigue manteniendo su esencia es el antiguo barrio judío de la ciudad, conocido como El Call, donde vivía una comunidad de 5.000 judíos. Las calles Sòl, Montesión, del Vent, Torre de l’Amor y Seminari Vell todavía conservan un interesante legado de esta comunidad tradicionalmente discriminada y perseguida.

En el siglo XV, se expulsó a los judíos de la ciudad o se les ordenó que se convirtieran al cristianismo, aunque algunos de ellos siguieron manteniendo sus costumbres en secreto.

5. Sa Llotja

Uno de los edificios más bonitos de la ciudad es el de Sa Llotja, en el centro de Palma de Mallorca. Se construyó en 1426 como punto de reunión y negocio de los mercaderes, debido a la gran actividad que tenía el puerto de la ciudad en aquella época.

Su interior está compuesto por tres naves de la misma altura, separadas por seis columnas helicoidales sin capitel. Este modelo fue imitado posteriormente en la lonja de Valencia, la iglesia de Santiago de Villena y la base de las torres de San Giorgio del Castel Nuovo de Nápoles.

El espacio suele acoger diferentes exposiciones a lo largo del año y está abierto de martes a domingo de 10:30h a 13:30h y de 17:30h a 21h.

6. Plaza Mayor

La Plaza Mayor de Palma de Mallorca está ubicada en el antiguo convento de San Felipe Neri, en el corazón de la ciudad.

Tiene planta rectangular y el perímetro porticado, sobre el que se alzan edificios de tres o cuatro pisos. Cabe destacar su parecido con la Plaza Mayor de Madrid, con soportales y edificios con contraventanas pintadas de verde.

Es un espacio lleno de cafeterías y terrazas ideal para pararse a reponer fuerzas y tomar algo. Un dato curioso de esta plaza es que fue la sede de la Inquisición hasta el año 1823, cuando se derribó la sede.

7. Baños árabes

Uno de los mayores tesoros escondidos de Palma de Mallorca son los baños árabes. Están ubicados en la callejuela de Can Serra y formaban parte de una residencia particular.

Son la construcción mejor conservada del periodo islámico y uno de los pocos testigos que nos han llegado de la arquitectura morisca de la ciudad. Tras cruzar el portal con arco de herradura, te encuentras con una sala central de planta cuadrada rodeada de 12 columnas y una cúpula semiesférica, destinada a los baños calientes.

Se pueden visitar de lunes a domingo de 9:30h a 20h (y hasta las 19h de diciembre a marzo).

8. Museo Es Baluard

El museo de arte moderno y contemporáneo Es Baluard está ubicado sobre la antigua muralla defensiva de la ciudad. Cuenta con una colección de más de 700 obras de arte, una auténtica joya arquitectónica que alberga pinturas y esculturas de artistas como Joan Miró, Picasso o Miquel Barceló.

También acoge exposiciones temporales, actividades culturales y ciclos educativos y de formación en los antiguos depósitos de agua. Antes de entrar, no te pierdas las vistas que se obtienen desde su terraza o desde el mirador.

Abre de martes a sábado de 10h a 20h y el domingo de 10h a 15h.

9. Barrio de Santa Catalina

Uno de los barrios más de moda en Palma de Mallorca es el barrio de Santa Catalina, un antiguo barrio de pescadores ubicado entre el Paseo Marítimo y el museo de arte moderno y contemporáneo Es Baluard.

Sus casas tradicionales se caracterizan por sus fachadas de colores, persianas de madera de estilo mallorquín y elementos decorativos de la época. Pese a haberse conservado la arquitectura tradicional, tras esas fachadas hay una mezcla de negocios de lo más variopinto.

Vale la pena andar hasta la calle Industria para ver los molinos de viento o desplazarse hasta el mercado de Santa Catalina para encontrar los mejores productos kilómetro 0.

10. Castillo de Bellver

El último lugar que no te puedes perder en Palma de Mallorca es el Castillo de Bellver, una peculiar fortificación de estilo gótico ubicada en un pequeño monte a unos 3 kilómetros de la capital mallorquina. Destaca por su planta circular con tres torres adosadas y una torre homenaje también circular separada del resto. Recomendamos acceder al interior del castillo para ver su espectacular patio central.

Se construyó en el siglo XIV y se destinó a residencia real y de poderosos nobles. Actualmente, es la sede del Museo de Historia de la ciudad y cuenta con una terraza desde donde se consiguen las mejores vistas de Palma de Mallorca.

La forma más cómoda de llegar es con el autobús turístico, que te deja a las puertas del castillo. El horario de visita es de martes a sábado de 10h a 19h y domingos de 10h a 15h (de octubre hasta marzo, cierra una hora antes).

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